235 - Siempre distante
Bórrame los kilómetros hostiles
que enmascaran tu rostro en la distancia,
negándome la voz y la fragancia
y el tacto de los senos juveniles.
Tú y yo somos idénticos perfiles
de imagen en extraña discordancia,
sin tiempo, ni lugar, ni circunstancia,
que vincule hacia un fin nuestros carriles.
En la moneda en que yo soy anverso,
tú estás al otro lado, en el reverso,
y no somos capaces de tocarnos.
Y aún pareciéndonos rodar unidos,
somos en realidad desconocidos
en un fútil intento de acercarnos.
Los Angeles, 25 de julio de 1999