2361 - Lejos
Desángreseme el alma en agonía
bajo los paradójicos hachazos
que me astillan en ásperos pedazos
esta carne que es tuya y llamo mía.
Qué lejos del arroyo de alegría
vertida sobre mí, de los abrazos,
asedio en espiral, sin ramalazos
de repudio, o feliz galantería.
Lejos es no ver ya cuanto se tuvo,
jamás volver a andar donde se anduvo,
no percibir fervor, aliento y tacto.
Lejanía, fatídica opresora,
destierro espiritual que me devora
la fe, dejándome el dolor intacto.
Burgos, 5 de mayo de 2010