2367 - Fue
Casi me amó en la hondura y la manera
que mis sueños hubieran requerido;
y el gozo me otorgó de haber vivido
al tornarse la vida forastera.
Fue mensaje, más bien que mensajera,
infiltrado en la mente y el sentido;
era mi propio nombre y apellido,
y las antorchas de mis noches era.
Punto de referencia en los momentos
en que, al fallar la rosa de los vientos,
queda nuestro bajel desorientado.
Fue la resurrección que no se advierte
hasta que el beso helado de la muerte
nos deja el corazón crucificado.
Oviedo, 14 de mayo de 2010