2375 - Un día
Promulgará tu nombre la locura
dándote opción a tálamos nupciales,
y amarás con los ímpetus vitales
con que amándote está mi desventura.
Y tu mente, que tanto se apresura
a formular diseños radicales,
como te estoy pensando, a vendavales,
me ha de pensar, en amplitud y hondura.
Y tus ojos, un día, al añorarme,
como yo por ti lloro han de llorarme,
cursos de agua salada a un mismo mar.
Y al fin vendrá tu conversión tardía;
querrás venir a mí, pero ese día
desapareceré al alborear.
Cantabria, 25 de mayo de 2010