2386 - En directo
He de hablarte en directo, y en llaneza,
con un lenguaje virgen y sedoso
como recién nacido, luminoso,
sin argucias, sin hiel, sin aspereza.
Ya no se habla en tal modo. Se adereza
cada palabra en tono cavernoso,
y cada idea de valor dudoso
nace en disfraz de antorcha o de nobleza.
Mis términos serán originales,
en sencillez, sin giros tangenciales,
tan nuevos como pan recién cocido.
Es el único idioma que no engaña.
Quiero llegar al fondo de tu entraña
por la verdad, sin falso colorido.
Los Angeles, 6 de junio de 2010