2399 - Las cosas que se van
Las cosas que se van abren senderos
por donde parte de mi ser se aleja;
las hice mías al llegar, madeja
que en torno al alma devané, veleros
por mis rutas mentales viajeros,
fervor que piel y espíritu empareja;
cada una en parte mi inquietud refleja,
y a cada una dirijo mis esmeros.
Las cosas vienen, y en la sangre inscriben
nombres, relieves, fechas, que perciben,
sólo en la soledad, los elegidos;
quienes supieron aceptarlas, puras,
o voluptuosas, o a la luz, o a oscuras,
y que al perderlas se verán perdidos.
Los Angeles, 23 de junio de 2010