2419 - Mi libro de la vida
Mi libro de la vida quedó abierto
en el recibidor, sobre la mesa;
capturaba su tinta viva impresa
cada triunfo logrado, cada puerto
donde atracó mi nave, cada huerto
donde cortara rosas, cada empresa
concluída en derrota, la promesa
jamás cumplida, el alborozo muerto.
Nada perfecto, pero todo mío.
Y un viento repentino, abrupto, frío,
descerrajó de cuajo la ventana,
desgajando mis hojas más valiosas;
huellas idas, lagunas silenciosas
de una memoria que se deshilvana.
Los Angeles, 19 de julio de 2010