242 - A la espera
Vendrás envuelta en un temor ligero
que no retardará al pie decidido,
y el impulso que el tiempo ha adormecido
resurgirá con su fervor primero.
Ya se anuncia tu paso, pregonero
de erupciones en mente y en sentido
arrasadoras en su recorrido
de mi paisaje, que se te abre entero.
Antes de conocerte te esperaba,
y entre saberte y verte agonizaba
por querer sin tener mutuo contacto;
Acércame el calor y la caricia,
que no me satisface la noticia
de tu venida, si no llega al acto.
Los Angeles, 2 de agosto de 1999