2462 - Dos más dos igual a dos
No haberte dado un hijo que llevara
eslabonado al tuyo mi apellido;
la desventura de no haber nacido
más allá de la edad que nos separa.
La doble contingencia que acapara
tiempo y lugar, y el íntimo gemido
de amantes cuyo lecho compartido
clama porque el ausente se acercara.
Una piel que no es tuya me importuna
cada noche a mi lado, y en ninguna
puedo avenirme a su requerimiento.
Otra piel que no es mía te pretende.
Y cada noche un alma doble asciende
consumando al volar su acoplamiento.
Los Angeles, 28 de septiembre de 2010