2472 - Mensaje y mensajero
No lloréis a mi muerte; si he nacido,
si hubo risas y gozo y esperanza
por el nuevo horizonte en lontananza
de aquel rapaz apenas conocido;
al caducar mi propio recorrido,
mirad sólo hacia atrás, a la labranza
de mis campos en flor, a la bonanza
de los años dorados que he vivido.
Ni en hornacina habitaré ni en tumba;
no seré torreón que se derrumba,
barco seré con nuevo derrotero.
Tras la prueba del fuego, mi sonrisa
cabalgará, polvo estelar, la brisa,
para todos mensaje y mensajero.
Los Angeles, 13 de octubre de 2010