2476 - Bel-la, cinco meses
Ah, la dulzura en flor de esta gatita,
vertiéndose en maullido y ronroneo,
y su perseverante jugueteo,
que sólo apremio de dormir limita.
No es ya la exigua forma circunscrita
al hueco de mis manos; hoy la veo
adolescente casi, y me recreo
en cuanto la provoca o ejercita.
Bien por valentonada o travesura,
se tenderá en el punto de lectura,
o de otra actividad, sobre la mesa.
Y su rostro bribón semidormido
conseguirá que nada esté prohibido
a quien con tanta exquisitez se expresa.
Los Angeles, 15 de octubre de 2010