2509 - Al fin en ruinas
Amor sin cultivar se debilita,
olmo sediento en sequedad desierta,
virgen que no abre a trovador la puerta,
rosa que descuidada se marchita.
La vi partir, como a cualquier visita
que aunque se va, regresa. Mas su oferta,
prescrita ya, sólo era letra muerta,
vieja canción que en su interior dormita.
Vibrante y honda en mí fue resonando,
juzgándola inmortal, aun hasta cuando
la mente vio su ausencia irrevocable.
Pero el altar que el alma levantara
cuarteándose fue, y hoy se declara
desoladora ruina, si entrañable.
Los Angeles, 21 de noviembre de 2010