2517 - Bek
Soy el débil vestigio que olfatea
mi perro sin cesar, como en lectura
de texto arcano, de acepción oscura,
a cuya exégesis tenaz se emplea.
Sólo un rastro en el aire, que espolea
su condición de amigo, y le apresura
a suspender la nueva travesura
con que en mi ausencia a solas se recrea.
Orienta las orejas hacia el ruido
que sólo él oye, a punto de ladrido,
inmóvil, la nariz inquisitiva.
Abro la puerta y entro; y se abalanza
sobre mí con la fuerza y confianza
de su naturaleza primitiva.
Los Angeles, 2 de diciembre de 2010