2538 - Privilegios
No sofoques la música que late
dentro de mí; conjúrala y aviva
su círculo de acción; que si cautiva
sabe vibrar, en su éxodo arrebate.
No amortigües la llama del debate
que de mis labios brota, o la furtiva
ascua de fuego de mi sed lasciva;
que la una incite y la otra se dilate.
Guíe tu acción la libertad que exijo
para mí, y que tu propio regocijo
se trence con el mío, unificados.
Y encaje tu alma dentro de la mía
al par de nuestra mutua anatomía,
fuero de posesión, no de invitados.
Los Angeles, 22 de diciembre de 2010