2571 - Eterno soñar
Ayer fueron los sueños, la esperanza,
y antesdeayer también, y año tras año,
en ascenso hacia un último peldaño
que tan cerca parece y no se alcanza.
Tal vez quien sueña, sube, y se afianza
más y más en su empeño, intento extraño,
pues la desolación del desengaño
permanece en la sombra, en asechanza.
Y no obstante, aunque no los alcancemos,
batimos alas, impulsamos remos,
escalamos montañas, embestimos,
siempre con su ilusión en perspectiva
y el objetivo de atraparla viva,
o así, en ingenuidad, nos lo decimos.
Los Angeles, 16 de febrero de 2011