2590 - Sosiego
A tu sombra dormido. Los rumores
sesteando en los brazos de las ramas.
El aire estático, la tarde en llamas,
y en trémula quietud los ruiseñores.
Si al arrebato se abren tus amores,
también en placidez me los derramas;
gentil zureas e insaciable bramas,
paloma y toro, arpas y tambores.
Hoy cede la embestida, y el sosiego
toma el control; no se ha apagado el fuego,
se recogen las llamas en la brasa.
Volverá su momento. Esta es la hora
de la galantería ensoñadora
en que un alma hacia la otra se transvasa.
Los Angeles, 14 de marzo de 2011