2617 - Uno de tantos
Se acostumbró a perder. Cada victoria
se tornaba en desastre, cada idea
era un ir y venir de la marea,
perplejidad, sin fija trayectoria.
Dispar, polifacética su historia,
con alguna galante Dulcinea,
y múltiples Aldonzas, su odisea
por la nocturna jungla exploratoria.
Amó una vez, o al menos lo supuso.
Nadie supo, ni él mismo, si era iluso,
o seductor de mente retorcida.
Pero era un hombre solo, uno de tantos,
sonrisas en el rostro, y desencantos
tapizando la urdimbre de su vida.
Los Angeles, 9 de abril de 2011