266 - Deserción
Tengo a mi lado un cuerpo de alma ausente
cuando mi alma requiere su cuidado;
y cuando un cuerpo necesito al lado
no hallo más que la masa indiferente.
Sola en mi casa estoy, bella durmiente
a la espera del príncipe encantado
que consiga dejar desanudado
el lazo que unce al yugo instinto y mente.
Tanto en la vida di, y esperé tanto,
que el gozo naufragó, y afluye el llanto
viendo la espalda del amor tan fría.
No puedo aspirar ya al resurgimiento;
jugué y perdí; pero llegó el momento
de reclamar mi vida como mía.
Los Angeles, 16 de septiembre de 1999