2722 - Diadema
La percibía en verso, y le escribía
monólogos de amante adolescente,
relegando mi edad a un accidente
de inconsecuencia que ni yo creía.
Siendo el contexto luces y armonía,
no hay razón aceptable o convincente
para el temor, ya expreso, ya latente;
¿quién en belleza y ritmo no confía?
En su fascinación, cada poema
tiene el don de ceñir una diadema
sobre las sienes del sujeto amado,
que éste a veces no entiende o no detecta.
Mas no importa. La acción que se proyecta
reafirmará la fe al enamorado.
Los Angeles, 22 de septiembre de 2011