2752 - Converso con el viento
En soledad, converso con el viento.
Conozco su orfandad por la manera
de llamar, reservada y plañidera,
a puertas y ventanas. En su aliento
detecto el regocijo, o el lamento,
que, allende la distancia, se aglomera
dentro de ti, en la pertinaz espera
del ruego, el tacto y el ofrecimiento.
Si condenados a brutal carencia,
pese a nuestra ansiedad de pertenencia,
¿qué nos podrá proporcionar la vida?
No me confiere el viento la respuesta.
Me susurra, no obstante, cuán dispuesta
tu piel está, qué gris tu expectativa.
Los Angeles, 18 de octubre de 2011