2815 - Transparencia (VI)
Sé que no te he inventado, porque puedo
erizarme al contacto de tu mano,
estrecho tu cintura, y al piano
veinte dedos teclean. Desenredo
tu cabello entre almohadas, y me quedo
perdido entre tus brazos, hortelano
plantando su raíz, sembrando el grano
en la húmeda oquedad en que me hospedo.
No eres ficción, ensueño ni espejismo,
pues vuelcas en mi piel el erotismo
palpitante y real que te domina,
y al que en medida idéntica respondo.
¿Cómo adentrarme hasta tu propio fondo
sin ser en realidad mujer genuina?
Los Angeles, 23 de noviembre de 2011