2832 - Entre sábanas (VII)
Siempre pareces nueva. Te reestreno
cada vez que mi súplica te alcanza.
No es ya mi propia piel que se abalanza,
mi alma también degusta tu veneno.
Cianuro o elixir, susurro o trueno,
ni analizo ni adopto, en tu balanza
todos pesan igual, y mi hambre avanza
sólo hacia ti, porque si es tuyo, es bueno.
Por eso estoy aquí, desarraigado
de abrazos y promesas del pasado,
desalojados ya de mi zurrón,
que se colma de ti día tras día:
Idea, sentimiento, anatomía,
en íntima, intrincada ligazón.
Los Angeles, 4 de diciembre de 2011