2873 - Café provinciano (VIII)
Las voces del Café suenan lejanas,
flojas palabras a la luz de un sueño;
y en esta esquina en que de ti me adueño,
de tus blandos deseos me engalanas.
Suena un rumor distante de campanas,
y el mundo, de repente, es tan pequeño
que termina en nosotros, y desdeño
cuanto hay fuera de ti, de tus mañanas.
Porque al darme esta noche, ya ambiciono
todos tus días, y me condiciono
a contemplarte en cada amanecer.
Ay, mujer de cristal, entre mis brazos;
no te me quiebres nunca; tus pedazos
arduos serían de recomponer.
Los Angeles, 19 de enero de 2012