3014 - Mi propia identidad
Los últimos diez trenes han pasado,
arrastrando el fragor sobre la vía.
La estación es silencio, tan vacía.
Sólo yo en el andén, desconcertado.
Rueda el reloj su rítmico, callado,
monótono quehacer de cada día.
Como yo, sin saber qué artesanía
nos puso en marcha y nos dejó de lado.
Cada tren se acercaba esplendoroso
de sueños y promesas, mas dudoso
en su descarga o meta de verdad.
Y los dejé pasar. Ya tengo sueños,
si modestos, de acuerdo a mis diseños,
conformes con mi propia identidad.
Los Angeles, 11 de junio de 2012