3053 - Inspiración
Yace, duerme en las sombras de la mente
la predilecta musa que me inspira,
entre sus manos de cristal, la lira
que acompaña su canto sugerente.
Al sentarme a escribir, turbo el ambiente
de mi ático mental; ella se estira,
desperezando su quietud, suspira,
y abre la claraboya. De repente,
la luz, en avalancha, se apodera
de su imagen desnuda, y yo a la espera
de que inicie la magia de su canto.
Al fin resuena en mi interior. Transcribo
cuanto ella me transmite, y no concibo
reflejar por mí solo risa o llanto.
Los Angeles, 9 de octubre de 2012