3137 - Trabajo
¿La maldición de Dios, o una manera
de acentuar la dignidad humana?
El hombre piensa, y como tal, se afana
en alzar su nivel sobre la fiera.
Nos solaza el trabajo, o se tolera,
día a día, semana tras semana,
y es la propia actitud que lo engalana
de sombra o luz, que oprime o nos libera..
Piezas somos, no más, en un tablero
de ajedrez; si a nivel de caballero,
reina, torre o peón, no es importante.
La misteriosa mano nos mueve
nos invita a pensar que, larga o breve,
nuestra labor quizá es irrelevante.
Los Angeles, 22 de diciembre de 2012