3197 - Perro
Humilde servidor, siempre a la espera
del mudo gesto, la palabra breve;
sonríe con la cola, que se mueve,
cuanto más entusiasta, más ligera.
Su misión, agradar; casi a cualquiera
de paso rápido o palmada leve;
excepto a quien malévolo se atreve
a alzar la mano al amo, o lo vulnera.
En tal caso, quizá un primer aviso
de índole gutural sea preciso,
dando un toque de alarma al transgresor.
Mas no procederá a nueva advertencia;
en lance tal es corta su paciencia,
y no habrá en sus colmillos una flor.
Los Angeles, 18 de marzo de 2013