32 - Lamento del Soldado
Aprendí en la niñez a sonreir,
A amar la gentileza y la bondad,
A vestir mis palabras de verdad,
Y a gozar la alegría del vivir.
Más tarde me obligaron a sentir
Odio, desprecio, y fiera hostilidad,
A trocar mi dulzura en crueldad,
Y a aprender a matar y a destruir.
El hombre que yo veo en el visor,
Con la cruz sobre el pecho, es un hermano
Que estoy asesinando en esta guerra.
Siento en el alma un peso abrumador
Al ver que yace por mi propia mano
Su cuerpo inerte en la desnuda tierra.
Los Angeles, 18 de septiembre de 1997