3218 - Serenidad
Son las aguas del lago claro espejo
duplicando el paisaje trastocado;
todo inmóvil, el aire, el arbolado,
y el agua, entretenida en su reflejo.
La oscura silueta del vencejo,
costeando la escena, no ha turbado
la quietud ni el silencio, y se ha filtrado
por el crepúsculo de azul bermejo.
Bajo los olmos, tu mirada otea
la estática belleza que permea
tus ojos zarcos, tu alma soñadora.
Contemplo tu sosiego, mas no intento
interrumpir la magia del momento
dándote el beso que me apremia ahora.
Los Angeles, 13 de abril de 2013