322 - Hijos de nadie
¿Qué ocultan en sus mentes retraídas
esos niños de grandes ojos lentos,
ignorantes de risas, macilentos,
de miradas nostálgicas perdidas?
¿Quién arrancó los juegos de sus vidas?
¿Por qué no hay luces en sus pensamientos?
Tanto de amor como de pan hambrientos,
y sin tener quien lave sus heridas.
De noche en frías soledades gimen;
y desinteresados de ese crimen,
parece que aún los cielos les ignoran.
Pobres hijos de nadie, abandonados,
en el más ínfimo escalón sentados
de un mundo que no escucha cuando lloran.
Los Angeles, 4 de febrero de 2000