3229 - Ruego
Todos tenemos algo de mendigo
por la necesidad y la carencia;
la ansiedad nos apremia, y en la urgencia
pordioseamos bálsamo o abrigo.
Llamo a tu puerta, pero no te obligo,
pues sólo traigo ruego, no exigencia;
la brasa en mi interior, ya efervescencia,
más delata al amante que al amigo.
Cansado del camino y de las vanas,
anémicas limosnas cotidianas,
procuro un clima de futuro, estable.
Si me invitas a entrar, y en tu sonrisa
percibo la adopción, clara y precisa,
renunciaré a mi ruta inexorable.
Los Angeles, 21 de abril de 2013