3251 - Pernoctar
De paso voy. En tu balcón palpita
tibia luz asomada a los cristales,
pero sé que no hay ritos conyugales
en tu alcoba. Soy hombre de visita.
Una noche de paz, que me permita
recuperar los bríos cerebrales
que el tiempo desgastara, y los sensuales,
que la piel, casi a gritos, solicita.
No es hacia el viejo campo de batalla
que hoy me acerco; ni aspiro a la medalla
gentilmente otorgada al hombre audaz.
Para mi redención sólo persigo,
no una noche de amante, mas de amigo,
sobre tu lecho, en entrañable paz.
Cantabria, 11 de mayo de 2013