332 - Ojos cerrados
Tanto color mis ojos absorbieron
que cayeron sin ver, alcoholizados;
y no puedo decir si están cansados,
o en su propia embriaguez se adormecieron.
No se quieren abrir; interrumpieron
la indagación, y viven encerrados
tras párpados tan densos, tan pesados,
que las luces de ayer obscurecieron.
No veo el exterior, pero en mí mismo
me hallo colgado al borde de un abismo,
hipnotizándome su oscuridad.
¿Quién me sacudirá de este letargo?
Que este sueño sin sueños es muy largo,
y quiero contemplar la realidad.
Los Angeles, 13 de marzo de 2000