3334 - Mármol
Nada más que una roca en la cantera,
mas quien te vio reconoció la vida
palpitante en tu entraña, adormecida,
y emprendió el despertar a su manera.
Te apartó de tu madre, plañidera
bajo martillo y cuñas, y tendida
sobre carro de bueyes, tu salida
de montaña a ciudad no admitió espera.
No turbaron tu sueño el ritmo lento,
los vaivenes, la lluvia, el sol, el viento,
llegando al fin a tu primer destino.
A golpes de cincel te desnudaron,
y ya despierta, por tu piel rodaron
tersuras del eterno femenino.
Los Angeles, 16 de julio de 2013