3443 - Espalda
Ah, la eterna olvidada, que no puede
competir con los ámbitos frontales
en que hurgan los instintos animales,
porque ella sólo en suavidad procede.
La espalda no es sexual, a ella se accede
de puntillas, con plácidos modales;
y son baladas, más que carnavales,
cuanto en su propia dimensión sucede.
En la tuya han trazado mil caminos
ciegos, sordos y mudos peregrinos
guiados por las yemas de mis dedos.
Bajo la piel dorada te estremeces
con ligeros temblores, y pareces
flotar en paz, sin ansiedad, sin miedos.
Los Angeles, 18 de septiembre de 2013