3495 - Desconexión
Vinculados, mas no sintonizados;
la vida nos unió, fue placentero.
Sólo de piel a piel, sin el arquero
disparando sus dardos bronceados.
Tiempo superficial, en que embriagados
del vino del deseo, y sin dinero,
fuimos dueños del mundo, y un bolero
lograba eliminar nuestros cuidados.
Éramos, por decirlo así, felices;
sin miedos, ni amarguras, ni raíces,
sin presiones de ayer ni de mañana.
Y un día, al fin, se bifurcó el sendero.
Era el final de un ciclo pasajero,
como otros muchos de la vida humana.
Los Angeles, 15 de octubre de 2013