3559 - Cita
Llamé, sin conocerla. Su voz era
cálida en expresión, y luminosa.
La tarde, melancólica y lluviosa,
se transformó de pronto en primavera.
Conversamos en plática ligera,
de todo y nada, opción de mariposa
volando en mil segmentos, de la rosa
a los sueños, la piel, el mar, la espera.
Algo nos acercaba mutuamente.
La cité en un Café al día siguiente;
aceptó, y al final nos conocimos.
Ambos con esa sensación extraña
de ser viejos amigos, y en la entraña
un no sé qué. Y allí lo decidimos.
Los Angeles, 17 de noviembre de 2013