3587 - Bache
Avanzo en el camino de la vida,
contemplativo, absorto viajero,
observando cuanto hay de placentero
en cada atardecer o amanecida.
Desentendido ya de mi partida,
y ajeno a la llegada, sólo quiero
disfrutar del momento pasajero
en que mi huella queda recogida.
Contemplo la montaña, la floresta,
el águila, la alondra, y en tal fiesta
olvido el punto en que asentar el pie.
Tropiezo, y caigo. Y en dolor, aprendo
que las cosas que ignoro, o que no entiendo,
valen tanto como lo que se ve.
Los Angeles, 1 de diciembre de 2013