3609 - Bisagra
Indiferente a su labor, dormita
sobre los goznes, servicial, la puerta.
Ya cerrada, o de par en par abierta,
ni advierte ni le importa la visita.
Se deja manejar. No necesita
manual, consigna, plan o voz de alerta;
pero aun sin entenderlo, es firme oferta
a entrar, salir, o interrumpir la cita.
Aunque a tales servicios se consagra,
nada sabría hacer sin la bisagra,
que en su oscura labor rige la acción.
La puerta no es sino vulgar tablero,
ineficaz sin el humilde obrero
que en la sombra ejecuta su misión.
Los Angeles, 6 de diciembre de 2013