3623 - Burdel
Sólo de tu sonrisa ataviada,
la que me ofreces, y que sé no es mía,
se vuelca sobre mí tu anatomía
en actitud, si abierta, delicada.
No eres amante, eres actriz, y nada
desentona en tu oficio, que me guía,
por senda que no es ya de fantasía,
tantas veces de paso transitada.
Sabes tan bien lo que tus hombres quieren
que no tienen que hablar; si algo prefieren
fuera de lo normal, para ti es arte.
Mas hay, no obstante, un aire de carencia,
de vacío y desierto, que la esencia
de tu placer es dar, pero no darte.
Los Angeles, 11 de diciembre de 2013