3683 - Amanecer
Renacemos al alba cada día,
tras la muerte alegórica del sueño;
en tal ciclo, pletórico me adueño
de ti, resucitada en lozanía.
Pero al anochecer, aun siendo mía,
nos perdemos de nuevo. No desdeño
la noche que nos mata; es tan pequeño
su poder, tan fugaz su travesía,
que aviva el gozo de volver a verte
al despuntar la aurora, y retenerte,
aunque con fecha de caducidad.
No he de llorar por cada muerte tuya
mientras cada alborada restituya
tu nueva vida a mi a mi proximidad.
Los Angeles, 9 de enero de 2014