44 - Reencuentro II
Voz que quedó en el tiempo enmudecida,
aún cuando siempre resonó en mi mente:
Hoy vibró en mis oídos transparente,
de júbilo y sorpresa enardecida.
Fue una belleza apenas conocida,
y un alma juvenil y sonriente,
que a poco de llegar se me hizo ausente
por el sendero oscuro de la vida.
¡Tantos años mirándola de lejos
sin ver la evolución de su figura,
y añorando su dulce compañía!
¿Tendrán sus ojos ahora los reflejos
de entonces, y sus labios la dulzura?
Yo siempre la veré en su lozanía.
Burgos, 15 de octubre de 1997