552 - Vela conmigo
No duermas aún, vela conmigo, amiga,
que es el sueño ladrón de confidencias;
donde hay afinidad fabrica ausencias,
bajo fácil pretexto de fatiga.
Si tu sueño al silencio me castiga,
mudas han de quedar voz y cadencias
de mi salmo de amor, que sus dolencias
canta a la vez que tu atención mendiga.
Dormir es despedirse, aunque sepamos
que de nuevo al albor nos encontramos;
es deshacer el vínculo fundido.
Mantén los párpados abiertos, mira
que el dormido es un muerto que respira,
y es la muerte la puerta del olvido.
Los Angeles, 9 de diciembre de 2001