560 - Recibe y da
Disfraz de absurda sensatez vestimos,
oculto el rostro en máscara de miedo,
y tornamos la vida en un remedo
de la vida real que no vivimos.
Inevitablemente sucumbimos
en la orfandad de nuestro propio enredo,
repitiendo ‘quisiera, mas no puedo’,
y lentamente, a solas, nos morimos.
Tiempo es de reclamar las libertades,
de marginar responsabilidades,
de ejecutar cuanto queremos ser.
Con las manos abiertas y tendidas,
recibe y da, sin miedo a las caídas,
que gana más quien no teme perder.
Los Angeles, 23 de diciembre de 2001