571 - Atentado
Por gritar la verdad con fe y audacia,
desde los campanarios de la aldea;
por mantener el fuego de la idea
vivo en la antorcha contra la falacia;
por combinar severidad y gracia
en juicios que el cohecho no moldea;
por ser fiel a su credo y su tarea,
bajo el hacha cayó, como la acacia.
Bajo el hacha cayó, en la sombra oscura,
donde el sicario oculta su figura,
cobarde ante la luz, como sus dueños.
Arbol talado cae, no retrocede.
Ignora el asesino que se puede
matar al soñador, nunca sus sueños.
Los Angeles, 31 de enero de 2002