576 - Tan mío propio
Noche tras noche en solitario estado,
y en igual condición día tras día;
el alma en fuego y a la vez vacía,
sin el amor yacente a mi costado.
Vino al fin, y tan pronto fue llegado
que se resquebrajó mi fantasía;
pero de entre las ruinas resurgía
un embrión dentro de mí arraigado.
Un hombrecito en paso vacilante,
tan mío propio, a mí tan semejante,
que es otro yo cruzando ante mi vista.
Un hombrecito en marcha permanente,
que hace de esta mujer indiferente
una madre orgullosa y optimista.
Manizales (Colombia), 12 de febrero de 2002