591 - Inmortalidad
Me resisto a pensar que en el olvido
mi nombre anidará, como se queda
entre la verde fronda, en la arboleda,
al volar de los pájaros el nido.
Rechazo la noción de que, perdido
mi aliento, al claudicar mi última rueda,
cuanto viví, cuanto mi cuerpo hospeda,
quedará bajo tierra consumido.
Quebrado estará el eje en el carruaje,
señalando el final de mi viaje,
sus despojos pudriéndose a la sombra.
Y remontándome de entre las ruinas,
mi paso encauzaré hacia las colinas,
mientras la brisa nómada me nombra.
Los Angeles, 12 de marzo de 2002