602 - Ven, yace junto a mí
En la estación de la hojarasca, amiga,
en los meses de lluvia persistente,
en los días de viento intermitente
cuyo látigo el rostro nos fustiga.
Cuando la nieve pertinaz obliga
a añadir otro leño al leño ardiente;
al percibir que lo único presente
es la ausencia, el deseo y la fatiga.
¿Qué mérito es amar en primavera,
entre rosas, al pie de la palmera,
o en la inmóvil molicie del estío?
Quiéreme ahora, mujer, en este invierno
que al golpear mis puertas se hace interno;
ven, yace junto a mí, que tengo frío.
Los Angeles, 22 de marzo de 2002