633 - En ti estoy vivo
En las calladas vidas de las rosas
latidos de silencio se repiten;
sólo cuando al ocaso se marchiten
cesarán de latir, tristes y hermosas.
Las discretas sonrisas luminosas
de almas de cera, que sosiego emiten,
la escarcha frenará, cuando se inviten
sombras huecas a noches jubilosas.
Y las claras miradas transparentes,
preámbulos de entregas inminentes,
sus párpados verán, no su objetivo.
No te mueras a mí con tanta prisa,
no se extinga la luz de tu sonrisa,
sigue mirándome, que en ti estoy vivo.
Burgos, 15 de mayo de 2002