668 - Mundo, demonio y carne
Mundo, demonio y carne, triunvirato
regidor del destino de mi vida;
cada uno de los tres brinda y convida
al vino añejo, al suculento plato.
Tocaron las campanas a rebato
en exóticas tierras, mi partida
prosiguió a la llegada, revestida
de la prisa anudada a lo inmediato.
El ángel negro me asignó placeres,
a ocasos engarzando amaneceres,
y al dinamismo, la fugacidad.
Y hoy la carne, tu piel junto a la mía,
se desboca en tan ciega rebeldía,
que no concibo ya otra realidad.
Los Angeles, 3 de septiembre de 2002